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El joven boliviano   que triunfa en    Costa Rica
Greencloud es el primer sistema de gestión ambiental que ofrece la ventaja de unificar los esfuerzos de las compañías de cualquier país y de cualquier rubro, aseguró De Oliva.
Gonzalo Díaz Díaz de Oropeza
En los últimos meses que cursaba la carrera de Ingeniería Agrónoma en Costa Rica, Juan de Oliva Maya convenció a una corporación para que le otorgara un financiamiento de 60.000 dólares. Ahora, a sus 28 años de edad, este emprendedor es director de la compañía Greenlook, que fundó en 2010 y fue avaluada en el país centroamericano en siete millones de dólares. 
En 2006, luego de egresar del Saint Andrew's School de La Paz, De Oliva inició sus estudios en la Universidad Earth de Costa Rica. Se tituló como ingeniero agrónomo, con énfasis en Gestión Ambiental y Desarrollo Sostenible. Además, realizó una maestría y tres especializaciones relacionadas con el medio ambiente. 
De Oliva proviene de una familia tradicional del oriente boliviano que se dedica a la agropecuaria. Ése fue uno de los motivos por los que eligió la carrera de Ingeniería Agrónoma. Sus hermanos se formaron en ramas similares en la Escuela Agrícola Panamericana El Zamorano, de Honduras, pero él optó por la Universidad Earth, de Costa Rica.
La Universidad Earth sólo ofrece la carrera de Ingeniería Agrónoma en la que se admiten 400 estudiantes. De Oliva tuvo compañeros de más de 50 países de África, América Latina, Asía y Estados Unidos. El campus de esta casa de estudios superiores está situado a una hora y media de San José, en medio de la selva húmeda, recordó.
En el transcurso de su carrera, De Oliva se dio cuenta de que no quería dedicarse a la ganadería como tal. Su visión cambió cuando en 2009 escuchó al entonces presidente Óscar Arias  formular la intención de que Costa Rica se convirtiese en la primera economía baja en carbono hasta 2021.
"Costa Rica se propuso ser el primer país carbono neutral para 2021”. Ser carbono neutral implica que las organizaciones económicas midan cada año sus emisiones de gases contaminantes, para que a través de una mejora continua y una reestructuración de sus procesos, reduzcan los impactos ambientales. Y en el caso de que no puedan reducirlos, los compensen a través de la compra de créditos de carbono, explicó el emprendedor.
Protección de bosques
Las emisiones de carbono se compensan mediante la protección de áreas de bosque, que gracias al proceso de fotosíntesis  capturan el dióxido de carbono (CO2). Una cantidad determinada de CO2 y otros gases como metano u óxido nitroso  se emiten a la atmósfera cuando, por ejemplo, se consume un litro de gasolina.
El daño que cada gas le hace a la capa de ozono en un siglo se mide con el indicador llamado Potencial de Calentamiento Global (PCG). Debido a que el CO2 es el gas más emitido a nivel mundial, su PCG es igual a 1. Este factor sirve de parámetro para evaluar a otros gases.
Por ejemplo, el metano tiene un PCG de 21, lo que significa que una molécula de ese gas hace 21 veces más daño que una de CO2. El daño de otros gases es mayor, pues el óxido nitroso tiene un PCG de 310 y el de los perfluorocarbonos es superior a 5.000. Asimismo, los gases refrigerantes tienen valores situados entre 1.000 y 12.000.
Greenlook
Antes de graduarse, De Oliva pensó en crear una empresa para ayudar a las organizaciones a alcanzar la meta de carbono neutral o C – Neutralidad, ello mediante la creación de modelos funcionales que sean replicables en distintos rubros y economías del mundo.
Así nació Greenlook. "Mis papás pensaban que yo estaba un poco loco”, admitió el emprendedor, quien el día que se graduaba, contaba con un financiamiento de 60.000 dólares, otorgado por el Grupo Babel de Costa Rica, -multinacional de software con presencia en siete países y gold partner de Microsoft- que  ahora es socio del emprendimiento.
Uno de sus primeros clientes fue la mayor compañía de alquiler de vehículos de Costa Rica, que tiene una flota de 2.500 motorizados. Con medidas concretas, como la apertura de sucursales en lugares estratégicos, Greenlook contribuyó a que esa empresa redujera en un 30% su consumo de combustible.
Ahora esa compañía compra un par de trailers para transportar siete vehículos a la vez. "Ellos están comprando dos trailers para que en vez de enviar choferes para recoger los vehículos, únicamente vaya un trailer”, contó el fundador de Greenlook.
Greencloud
Hasta el tercer año, Greenlook trabajó con 35 organizaciones en la búsqueda de la meta de C- Neutralidad. En ese tiempo en la empresa identificaron una dificultad común, la de generar indicadores para cumplir con las normas; por ejemplo, se desconocía el ahorro que implicaba la instalación de iluminación led en una compañía.
Una ineficiente gestión de información relacionada con la gestión ambiental desmotivaba a los empresarios; y los pequeños y medianos emprendedores creían que no era justificable invertir para sumarse a la meta de C – Neutralidad. "Sentían que era una consultoría muy costosa”, explicó De Oliva a Miradas.
Greenlook manejaba tablas de Excel para cada uno de sus 35 clientes, pero era complicado hacer un análisis integral de todos ellos. Y como uno de los socios de la empresa era una corporación de software como el Grupo Babel,  De Oliva pensó fusionar las ciencias ambientales con la programación informática. De esa forma nació la idea para crear Greencloud.
El desarrollo del software tardó un año y medio y requirió la participaron de diez especialistas. El equipo dirigido por el boliviano obtuvo información de al menos 160 países, relacionada con matrices energéticas, climas, temperaturas, alturas y otros indicadores medioambientales.
Hace un año y medio se lanzó la primera versión y ahora al menos 300 organizaciones usan el software. "Cada vez más organizaciones quieren usar el portal porque quieren dejar las tablas de Excel y quieren tener en una misma base de datos toda la información centralizada”.
Greencloud es el primer sistema de gestión ambiental que ofrece la ventaja de unificar los esfuerzos de las compañías de cualquier país y de cualquier rubro, aseguró su creador. El servicio es accesible para cualquier emprendedor, pues el costo mínimo es de 9,99 dólares mensuales. Además, quien lo desee puede acceder al servicio gratuitamente por 30 días.
Para medir la Huella de Carbono o cuánto contamina una compañía, en Greenlook utilizan el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero o GHG Protocol (Green Health Gases Protocol).
Amigable
Al servició se ingresa mediante la dirección mygreencloud.org. La plataforma es similar a la de un proveedor de correo electrónico, pues sólo se requieren una cuenta de usuario, una clave y acceso a internet. Al tratarse de un SaaS (Software as a Service), Greencloud no requiere ninguna instalación en un computador.
De Oliva mostró a Miradas el funcionamiento de su portal. Para medir la eco eficiencia de una actividad específica, primero se identifican fuentes de contaminación e indicadores ambientales, explicó.
En el caso de una empresa de alquiler de vehículos, por ejemplo, se consideran ocho variables que son: Consumos de electricidad, Consumos de combustible, Generación de aguas residuales, Generación de residuos sólidos, Consumo de papel, Consumo de gases refrigerantes, Viajes aéreos ejecutivos, Pinturas y solventes en talleres.
A partir de estas variables se obtiene la información de la C – Neutralidad de cualquier año. Por ejemplo, en 2011, la empresa de alquiler de vehículos emitió 507 toneladas de carbono, redujo 28,52 y compensó 483. Desde el portal es posible además acceder a las fichas técnicas de las áreas de bosque que esa compañía protege mediante la compra de bonos de carbono. Mediante un mapa de georreferenciación, el emprendedor mostró a Miradas el área donde se captura el carbono, que corresponde a un bosque de 63,3 hectáreas en Costa Rica.
También se pueden conocer otros detalles acerca de los bosques que compensan la emisión de carbono. El boliviano mostró, por ejemplo, una finca costarricense que tiene 120 hectáreas de bosque y 98 de plantación forestal. Para determinar la eficiencia de absorción en esas áreas los ingenieros forestales acuden al lugar, donde cuentan la cantidad de árboles que crecen en las superficies de muestreo -circunferencias con un radio de cinco metros-.
El centro de estas superficies se marca con un punto azul. Los ingenieros miden cuántos árboles crecen dentro de la circunferencia, así como los diámetros de los troncos a la altura del pecho de una persona de talla promedio. Y en función a esos datos se determina cuánto carbono se captura en esa área.
Mientras haya más puntos de muestreo, se hará una mejor aproximación, explicó De Oliva. También es importante considerar la edad de las plantas, pues una plantación de árboles jóvenes captura más emisiones.
Las fincas que desarrollan esta actividad son certificadas por entidades como la Universidad Earth, que también valida la C – Neutralidad de las compañías. Para certificar a una organización se revisa toda la información generada en sus operaciones, como montos de facturas de energía, consumo en kw, litros de combustible, papel y más; pero ello depende del tipo de actividad de la organización.
Con Greencloud se puede recopilar esa información de manera sencilla. Hay usuarios como bancos, por ejemplo, que introducen datos de 250 sucursales. En casos particulares, un usuario maestro puede designar a usuarios denominados "normales” para introducir datos de agencias específicas. De esa forma, los usuarios "normales” acceden sólo a la información que les compete.
Cada organización tiene hasta el día 15 de cada mes para ingresar su información del mes anterior. El proceso puede optimizarse mediante la instalación de dispositivos para que, por ejemplo, desde un medidor de luz se alimente automáticamente al sistema mediante una conexión 3G. Ahora Greenlook entabla alianzas con proveedores de este tipo de aparatos.
La meta que tiene Greenlook para 2016 es que 10.000 organizaciones utilicen Greencloud. Ahora tienen clientes de países como Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Canadá, España y México. También hay usuarios que ingresan al portal desde Rusia, pero el software aún no está disponible en ese idioma, aclaró De Oliva. Próximamente estarán disponibles versiones en francés, inglés y portugués.
Cuando una compañía es certificada, es necesario difundirla. Por ello, Greenlook hace Green Marketing para posicionar a esas empresas verdes y sus marcas.
Premios
De Oliva está convencido de que Greencloud es una herramienta para acelerar el proceso para alcanzar la meta de C – Neutralidad hasta 2021 en Costa Rica. Los reconocimientos que ha obtenido refrendan esa convicción.
En septiembre de 2014, Greenlook fue reconocida en los BTM Awards. Este evento es organizado por la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) para destacar a emprendedores con propuestas de impacto internacional. En esa ocasión, Greencloud ganó en la categoría "Innovación Ambiental”.
Otro reconocimiento lo obtuvo también en septiembre de 2014 en Guadalajara, México, durante el Congreso Mundial sobre Tecnologías de Información (WCIT, por sus siglas en inglés). En la entrega de premios de la Alianza Mundial de Tecnologías de Información y Servicios (WITSA), Greenlook participó en la categoría "Crecimiento Sostenible” y Greencloud obtuvo una mención honorífica.
Este evento es considerado como "la olimpiada de la industria mundial de tecnologías de la información”, según el portal de la Cámara de Tecnologías de Información y Tecnología de Costa Rica (camtic.org).
Experiencia
En estos años de trabajo, De Oliva aprendió que a un inversionista no le interesa sólo una buena idea, sino encontrar personas apasionadas que no abandonen el proyecto cuando las cosas estén difíciles. En su caso el primer cliente llegó después de varios meses. "Demoramos seis meses en conseguir a nuestro primer cliente”, admitió.
Asimismo, las habilidades de comunicación para trasmitir las ideas a los inversionistas son fundamentales. Las ideas pueden quedar en el aire, si un emprendedor, por muy talentoso que sea, no se rodea de personas adecuadas. "Puedes tener una idea brillante, pero si no tienes claro cuál es el modelo de negocio para ser escalable más adelante, estás yendo por un camino incorrecto”, afirmó.
De Oliva está convencido de que para iniciar grandes proyectos no se necesita únicamente capital, sino mucha convicción y confianza. "El día de mi graduación yo conseguí 60.000 dólares”, recordó.
Sin embargo, también admite que es difícil estar solo en el extranjero. Incluso lamenta que por sus actividades haya dejado de asistir a las bodas de varios de sus amigos y otros eventos familiares en Bolivia. "Soy consciente de que es una etapa, estoy apostando todas mis energías a esta temprana edad”, afirmó el emprendedor de 28 años, quien retorna regularmente al país, pues colabora con un emprendimiento de agroecoturismo que impulsa su padre, Alberto de Oliva, en Rurrenabaque.
 
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