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Este tipo de establecimientos prosperan desde hace cinco años. Representantes de estos centros relacionan el apogeo a la llegada de chefs internacionales y a los medios





Sonia Córdova  / La Paz
La elegancia del ambiente y la decoración moderna recuerdan a alguna película hollywoodense.  En las puertas del restaurante,  dos mozos uniformados de negro reciben a los clientes. 
La gente disfruta sentada en la barra o en sillones de cuero.   La música es suave y la iluminación, tenue. No, no es un filme norteamericano.  Se trata  Mercat, uno de los establecimientos que refleja el boom de los restaurantes de "alta cocina” en La Paz. 
Este auge  no sólo tiene que ver con la oferta de comida,  está relacionado con la propia infraestructura de los locales, la atención y la propuesta  de un  menú único. Los representantes de estos centros gastronómicos coinciden en que el apogeo comenzó hace cinco años por la influencia de chefs internacionales que llegaron al país  y por la incidencia   de los medios. 
"Con la llegada de algunos chefs internacionales, la población demanda más este tipo de comida. La televisión también abrió esa puerta. Ahora se exige más de nuestros restaurantes. Se está subiendo el nivel”, indica Diego Tapia, vocero de La Comedie, establecimiento que ofrece comida francesa con  toques latinoamericanos.
El propietario y chef de Mercat, Marco Bonifaz, sostiene que la llegada del chef Claus Meyer influyó en que La Paz -y Bolivia en general- empiece a desarrollar su gastronomía. "Con Claus Meyer hemos entrado en el mapa gastronómico del mundo”, expresa.
La cocina se puso de moda 
En el filme Sin reservas, la cocina es un arte para Kate -interpretada por Catherine Zeta Jones-, una de las chefs más renombradas en Nueva York, quien  con una probada es capaz de adivinar  los ingredientes de una receta. Toda la trama de la cinta se desenvuelve en un ambiente glamoroso. 
 Y un ambiente glamoroso, por lo visto, es demandado  también  ahora por el público paceño.   "La cocina se puso de moda y lo atribuyo a las películas que mostraron al rubro de forma interesante y atractiva”, explica Bonifaz.
El interés de los paceños impulsó a que se  desarrolle este tipo de gastronomía  y haya ciudadanos que busquen profesionalizarse en el ámbito. "Antes, hace cinco años, nuestra gastronomía era bien clásica. Ya hay más interés en todo lo que es gourmet, en gastronomía fina, la alta cocina. Hay más ganas de ver nuevas técnicas, de fusionar y crear nuevas cosas”, indica Alejandra Daleney, chef de Flanigan's.
"Los jóvenes empezaron a invertir en la formación gastronómica. Hay más interés en el rubro y en las técnicas”, complementa la   gerente de Jardín de Asia, Daniela Carvajal.  
Pero también está el factor diferenciador, que se expresa en que, hoy, el paceño busca algo más en la comida. "La gente está aprendiendo a comer, ya no quiere una cosita sencilla, quiere algo con un toque más sofisticado, una mejor atención”, afirma Tapia.  
Decoración, música, algo más
No es sólo comer, ni siquiera es sólo comer bien. En estos restaurantes, la infraestructura, la decoración, la música, la atención y el menú exclusivo tienen  cierta correlación entre sí. Los restaurantes de alta cocina -afirman los entrevistados-  se distinguen de otros por un objetivo: generar una  experiencia sin igual en el cliente. 
"Lo que nos diferencia es la calidad de la comida, el ambiente, la decoración y la atención”, asegura Juan Carlos Peñaranda, gerente de Dukes. "Nos diferencia el concepto general que nosotros manejamos, buscamos generar una experiencia completa desde que el cliente ingresa hasta que se va”, indica Carvajal. 
En cuestión de precios, en promedio, el costo de un plato en este tipo de restaurantes oscila entre los 80 y los 150 bolivianos.    
El turismo culinario
Con este boom se generaron distintas iniciativas para motivar el turismo culinario en el departamento. Por ejemplo, las últimas semanas se llevó a cabo el Restaurant Week. "Los mejores 12 restaurantes de La Paz crean un menú gourmet de tres tiempos (entrada, plato fuerte y postre) con una bebida. Todo por 105 bolivianos”, explica Daleney.
No obstante, los representantes de los restaurantes creen que este evento no es suficiente y que deberían impulsarse  otras actividades de este tipo. "Deberían organizarse concursos, como se hacía hace algunos años. El nivel empezaría a subir porque todos quieren ganar y quieren ser reconocidos”, sugiere Tapia.
Otra de las ideas que surgen entre los expertos para impulsar más a este ámbito es la fusión y reinterpretación de la comida boliviana. "Debemos dar un enfoque nuevo a toda la cultura que tenemos. Reinterpretar la comida tradicional es una nueva opción que se maneja y es una alternativa importante”, asegura Carvajal.
El desarrollo de estos restaurantes demuestra un cambio en la sociedad paceña y en sus intereses. "Fue un cambio demográfico, la clase media cambió y está interesada en mejorar su condición de vida”, indica Bonifaz.

Fuente: 
http://www.paginasiete.bo/
 
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