Hace poco más de una semana se conoció que a través de una alianza entre Facebook y la telefónica VIVA, Bolivia comenzó a formar parte del proyecto internet.org, de Mark Zuckerberg, fundador de la red social. Algunos han presentado el hecho como una posible solución al déficit de acceso a internet en el país. Pero los entendidos en el tema señalan que internet.org no es realmente internet.
Según manifestó el gerente de desarrollo de negocios de Facebook para América Latina, Sergi Herrero, “hay más de la mitad de la población sin conectar, queremos que ese número empiece a decrecer y dentro de un año hablemos de que el cien por cien de la población de Bolivia esté conectada, ese es nuestro objetivo”, dijo.
El gerente general de VIVA, Juan Pablo Calvo, agregó que el convenio fue posible porque “ambas empresas tienen un objetivo en común, lograr que la mayor cantidad de personas en Bolivia conozcan Internet y sus beneficios”.
En efecto, un punto positivo de esta iniciativa es que puede servir como puerta de entrada al mundo de internet a un importante número de personas que todavía no han accedido a él. En nuestro país mucha gente no usa internet, tanto por desconocimiento como por su elevado precio, por lo que este servicio puede ayudar a superar estas trabas y ayudar, justamente, a conocer internet y sus beneficios.
Sin embargo, los expertos advierten que no se debe confundir el proyecto de internet.org (que es más como una pequeña muestra) con un verdadero acceso a esa gigantesca, abigarrada y (todavía) libre red global que es internet.
Los críticos de la iniciativa señalan que si el público y los gobernantes no entienden realmente lo que es internet.org, puede terminar causando más daños que beneficios, porque en realidad no consiste en una solución estructural al escaso acceso y uso del internet.
Bajo acceso en Bolivia
De acuerdo a datos del Censo 2012, apenas el 9.45% de los hogares tiene conexión a internet. Y mientras sólo el 8.32% de la población se conecta diariamente, el 54.46% no se conecta nunca.
En contraste, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) pronosticaba el año 2013 que para estas alturas al menos el 41% de los hogares en el mundo estarían conectados a internet, 78% en países desarrollados y 28% en los países en desarrollo.
La investigadora de Ciudadanía (Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública), Daniela Osorio, considera que “los datos bolivianos se acercan más a las cifras arrojadas por el continente africano”, lo que evidencia que estamos “en el extremo inferior de la brecha sobre acceso efectivo a las tecnologías digitales y de información”.
Osorio advierte que además existen “alarmantes” desigualdades de acceso al interior del país, y considera que entre las razones principales para que los hogares carezcan de este servicio (además de su baja disponibilidad) está el precio (cuatro veces mayor al promedio regional) y la calidad de la conectividad.
“Fomentar la conexión a la Red puede significar una reducción de las desigualdades en la medida en que el acceso y conexión efectiva a internet cierra brechas sociales”, destaca entre sus conclusiones la investigadora.
Es en este contexto se ha producido el acuerdo entre VIVA, pionera de este servicio en nuestro país, y Facebook, para la implementación de internet.org como una forma de fomentar la conexión a internet y de motivar a los usuarios, para que eventualmente se animen a pagar por el verdadero internet.
¿Qué internet.org?
Mariana Leyton, estudiosa de las ciencias de la comunicación y que ha realizado investigaciones sobre usos y efectos de internet y comunidades online, hace la aclaración fundamental: internet.org no es internet.
En realidad internet.org es un programa que permite a los usuarios de ese servicio acceder sin costo a determinados servicios tanto globales como locales adaptados a teléfonos móviles.
Básicamente, los servicios contemplados para Bolivia dentro de Internet.org son: Facebook, Messenger, Bing, Wikipedia, Wikihow, Accuweather, Goal.com, 24Symbols, GirlEffect, UN Women, Babycenter& MAMA, Unicef para la Vida, 1doc3, Social Blood, OLX, Mercado Libre y a nivel local la Agencia de Noticias Fides, vivirENbolivia.net y la aplicación Cómo Llego, desarrollada en el Bolivia TechHub.
Sin embargo, el proyecto no ofrece un acceso total a esa red abierta, abigarrada y (todavía) libre que es en verdad Internet.
“A primera vista es un buen conjunto de aplicaciones”, explica Leyton, “pero ¿Qué haces cuando ves una noticia interesante compartida en Facebook? ¿O cuando investigas un tema en Wikipedia y encuentras información que te interesa? Haces clic en el enlace. Al hacerlo, navegas la red y tienes acceso a una cantidad de información inmensurable que puedes utilizar como necesites”, detalla.
Por el contrario, ¿qué pasa cuando ves una noticia interesante en internet.org y haces clic?: Aparece “Usted no puede acceder a este sitio de forma gratuita, para hacerlo debe pagar. BLOQUEO. No puedes navegar la red porque con internet.org no tienes un acceso verdadero a internet”, indica la investigadora.
En este sentido, según la Electronic Frontier Foundation (EFF), “existe el riesgo de que los pocos sitios webs que conformen Internet.org se conviertan en una suerte de gueto para los usuarios de los países sin recursos”.
Desde la India han surgido también fuertes críticas contra Facebook, afirmando que internet.org es “racismo económico”, ya que lo único que ofrece es “un internet pobre para gente pobre”, según palabras de Mahesh Murthy, un conocido fundador de diversas iniciativas basadas en las nuevas tecnologías.
En Brasil la iniciativa fue también rechazada activamente por 35 organizaciones y activistas en defensa de internet y la neutralidad en la red, esto sucedió tras el anuncio del gobierno de Dilma Rousseff de lanzar internet.org hace unos meses.
Lo mismo ha ocurrido en Colombia, donde la proveedora es Tigo, pero donde además el gobierno de Juan Manuel Santos forma parte de la iniciativa.
Desde la mirada del colectivo Más y Mejor Internet Para Bolivia, en el contexto actual “internet.org no es más que un simple parche a este problema de conectividad”, pero su incursión en nuestro país plantea otros nuevos problemas para el Estado y sus ciudadanos.
En concordancia con los críticos de este nuevo servicio de Facebook, el colectivo considera que éste puede marcar el inicio de un “nuevo sistema monopólico favorecido por un actor externo al país, formado por multinacionales, que mercadean con los datos de los ciudadanos y generan valor económico con ellos en el exterior, a cambio del cuestionable favor de proveer acceso a su plataforma de servicios”.
Asimismo, alertan tanto al gobierno nacional como a la sociedad en su conjunto que existe el peligro de que la ilusoria sensación de estar conectados a este ‘internet’ sirva de pretexto para posponer aún más una conectividad libre a un Internet neutral”.
¿Es maligno internet.org?
La respuesta es no, no es malo. Según Leyton, internet.org es una herramienta de marketing: “la empresa le dice a la gente, ‘si tienes contrato conmigo, te doy internet gratis’; entonces más gente busca contrato con la empresa. Directo y eficiente”.
Visto de esta manera, tanto Facebook como las telefónicas que proveen el servicio en los países son empresas privadas que tienen todo el derecho de usar estrategias de marketing para conseguir más clientes.
Luis Rejas, experto en telecomunicaciones y activista de la organización Más y Mejor Internet Para Bolivia, considera que desde el punto de vista empresarial, “es una iniciativa totalmente legítima y hasta puede que cumpla una función social que hasta el momento nadie más ha emprendido, incluido el propio Estado”.
El problema empieza si es que, “bajo excusa de ‘democratizar’, ‘ser inclusivos’ y ‘conectar a los ¾ de la población que no están conectados a internet’, se lanza un producto que dice ser algo que no es y pretende solucionar un problema que no soluciona”, explica Leyton.
En este sentido, internet.org se puede convertir en una “iniciativa peligrosa” si es implementada junto al gobierno de un país afirmando ser una estrategia para cortar la brecha digital (como parece estar ocurriendo en Colombia), “porque en ese caso, ese gobierno pretende estar solucionando un problema serio cuando no lo está haciendo, y engaña a su ciudadanía diciendo que otorga o facilita el acceso a internet cuando no lo hace”, advierte la investigadora.
En el caso de nuestro país, el gobierno no ha entrado a este juego, al menos no todavía.
“En Bolivia lo que tenemos con internet.org es una estrategia de marketing maliciosa, (porque) es publicidad falsa si se llama a un producto algo que no es”, detalla Leyton.O como dice Rejas, “en Bolivia Internet.org se ha mostrado como un emprendimiento empresarial disfrazado de filantropía”.
Pero “dada la incompatibilidad de la política del Estado boliviano sobre soberanía tecnológica, con las características de Internet.org, se hace muy poco probable que el Gobierno acepte participar y convertirlo en política pública”, indica Rejas.
Leyton, tras conocer algunos puntos del plan estratégico de telecomunicaciones del Gobierno, se muestra más desconfiada.
Hace un par de semanas, el analista de proyectos del Programa Nacional de Telecomunicaciones de Inclusión Social (Prontis) del Viceministerio de Telecomunicaciones, Carlos Mostajo Medrano, destacó cinco factores fundamentales del plan: desarrollo de proyectos priorizando el acceso móvil, despliegue de tecnologías de bajo costo operativo, desplazamiento de redes de banda ancha rural, uso de tecnologías de bajo consumo de energía, desarrollo de contenidos y aplicaciones para uso rural.
Es por ello que Leyton se pregunta “¿qué pasa si después nos salen con que internet.org es una solución para estos temas? Eso no debe pasar”, concluye.
El gerente general de VIVA, Juan Pablo Calvo, agregó que el convenio fue posible porque “ambas empresas tienen un objetivo en común, lograr que la mayor cantidad de personas en Bolivia conozcan Internet y sus beneficios”.
En efecto, un punto positivo de esta iniciativa es que puede servir como puerta de entrada al mundo de internet a un importante número de personas que todavía no han accedido a él. En nuestro país mucha gente no usa internet, tanto por desconocimiento como por su elevado precio, por lo que este servicio puede ayudar a superar estas trabas y ayudar, justamente, a conocer internet y sus beneficios.
Sin embargo, los expertos advierten que no se debe confundir el proyecto de internet.org (que es más como una pequeña muestra) con un verdadero acceso a esa gigantesca, abigarrada y (todavía) libre red global que es internet.
Los críticos de la iniciativa señalan que si el público y los gobernantes no entienden realmente lo que es internet.org, puede terminar causando más daños que beneficios, porque en realidad no consiste en una solución estructural al escaso acceso y uso del internet.
Bajo acceso en Bolivia
De acuerdo a datos del Censo 2012, apenas el 9.45% de los hogares tiene conexión a internet. Y mientras sólo el 8.32% de la población se conecta diariamente, el 54.46% no se conecta nunca.
En contraste, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) pronosticaba el año 2013 que para estas alturas al menos el 41% de los hogares en el mundo estarían conectados a internet, 78% en países desarrollados y 28% en los países en desarrollo.
La investigadora de Ciudadanía (Comunidad de Estudios Sociales y Acción Pública), Daniela Osorio, considera que “los datos bolivianos se acercan más a las cifras arrojadas por el continente africano”, lo que evidencia que estamos “en el extremo inferior de la brecha sobre acceso efectivo a las tecnologías digitales y de información”.
Osorio advierte que además existen “alarmantes” desigualdades de acceso al interior del país, y considera que entre las razones principales para que los hogares carezcan de este servicio (además de su baja disponibilidad) está el precio (cuatro veces mayor al promedio regional) y la calidad de la conectividad.
“Fomentar la conexión a la Red puede significar una reducción de las desigualdades en la medida en que el acceso y conexión efectiva a internet cierra brechas sociales”, destaca entre sus conclusiones la investigadora.
Es en este contexto se ha producido el acuerdo entre VIVA, pionera de este servicio en nuestro país, y Facebook, para la implementación de internet.org como una forma de fomentar la conexión a internet y de motivar a los usuarios, para que eventualmente se animen a pagar por el verdadero internet.
¿Qué internet.org?
Mariana Leyton, estudiosa de las ciencias de la comunicación y que ha realizado investigaciones sobre usos y efectos de internet y comunidades online, hace la aclaración fundamental: internet.org no es internet.
En realidad internet.org es un programa que permite a los usuarios de ese servicio acceder sin costo a determinados servicios tanto globales como locales adaptados a teléfonos móviles.
Básicamente, los servicios contemplados para Bolivia dentro de Internet.org son: Facebook, Messenger, Bing, Wikipedia, Wikihow, Accuweather, Goal.com, 24Symbols, GirlEffect, UN Women, Babycenter& MAMA, Unicef para la Vida, 1doc3, Social Blood, OLX, Mercado Libre y a nivel local la Agencia de Noticias Fides, vivirENbolivia.net y la aplicación Cómo Llego, desarrollada en el Bolivia TechHub.
Sin embargo, el proyecto no ofrece un acceso total a esa red abierta, abigarrada y (todavía) libre que es en verdad Internet.
“A primera vista es un buen conjunto de aplicaciones”, explica Leyton, “pero ¿Qué haces cuando ves una noticia interesante compartida en Facebook? ¿O cuando investigas un tema en Wikipedia y encuentras información que te interesa? Haces clic en el enlace. Al hacerlo, navegas la red y tienes acceso a una cantidad de información inmensurable que puedes utilizar como necesites”, detalla.
Por el contrario, ¿qué pasa cuando ves una noticia interesante en internet.org y haces clic?: Aparece “Usted no puede acceder a este sitio de forma gratuita, para hacerlo debe pagar. BLOQUEO. No puedes navegar la red porque con internet.org no tienes un acceso verdadero a internet”, indica la investigadora.
En este sentido, según la Electronic Frontier Foundation (EFF), “existe el riesgo de que los pocos sitios webs que conformen Internet.org se conviertan en una suerte de gueto para los usuarios de los países sin recursos”.
Desde la India han surgido también fuertes críticas contra Facebook, afirmando que internet.org es “racismo económico”, ya que lo único que ofrece es “un internet pobre para gente pobre”, según palabras de Mahesh Murthy, un conocido fundador de diversas iniciativas basadas en las nuevas tecnologías.
En Brasil la iniciativa fue también rechazada activamente por 35 organizaciones y activistas en defensa de internet y la neutralidad en la red, esto sucedió tras el anuncio del gobierno de Dilma Rousseff de lanzar internet.org hace unos meses.
Lo mismo ha ocurrido en Colombia, donde la proveedora es Tigo, pero donde además el gobierno de Juan Manuel Santos forma parte de la iniciativa.
Desde la mirada del colectivo Más y Mejor Internet Para Bolivia, en el contexto actual “internet.org no es más que un simple parche a este problema de conectividad”, pero su incursión en nuestro país plantea otros nuevos problemas para el Estado y sus ciudadanos.
En concordancia con los críticos de este nuevo servicio de Facebook, el colectivo considera que éste puede marcar el inicio de un “nuevo sistema monopólico favorecido por un actor externo al país, formado por multinacionales, que mercadean con los datos de los ciudadanos y generan valor económico con ellos en el exterior, a cambio del cuestionable favor de proveer acceso a su plataforma de servicios”.
Asimismo, alertan tanto al gobierno nacional como a la sociedad en su conjunto que existe el peligro de que la ilusoria sensación de estar conectados a este ‘internet’ sirva de pretexto para posponer aún más una conectividad libre a un Internet neutral”.
¿Es maligno internet.org?
La respuesta es no, no es malo. Según Leyton, internet.org es una herramienta de marketing: “la empresa le dice a la gente, ‘si tienes contrato conmigo, te doy internet gratis’; entonces más gente busca contrato con la empresa. Directo y eficiente”.
Visto de esta manera, tanto Facebook como las telefónicas que proveen el servicio en los países son empresas privadas que tienen todo el derecho de usar estrategias de marketing para conseguir más clientes.
Luis Rejas, experto en telecomunicaciones y activista de la organización Más y Mejor Internet Para Bolivia, considera que desde el punto de vista empresarial, “es una iniciativa totalmente legítima y hasta puede que cumpla una función social que hasta el momento nadie más ha emprendido, incluido el propio Estado”.
El problema empieza si es que, “bajo excusa de ‘democratizar’, ‘ser inclusivos’ y ‘conectar a los ¾ de la población que no están conectados a internet’, se lanza un producto que dice ser algo que no es y pretende solucionar un problema que no soluciona”, explica Leyton.
En este sentido, internet.org se puede convertir en una “iniciativa peligrosa” si es implementada junto al gobierno de un país afirmando ser una estrategia para cortar la brecha digital (como parece estar ocurriendo en Colombia), “porque en ese caso, ese gobierno pretende estar solucionando un problema serio cuando no lo está haciendo, y engaña a su ciudadanía diciendo que otorga o facilita el acceso a internet cuando no lo hace”, advierte la investigadora.
En el caso de nuestro país, el gobierno no ha entrado a este juego, al menos no todavía.
“En Bolivia lo que tenemos con internet.org es una estrategia de marketing maliciosa, (porque) es publicidad falsa si se llama a un producto algo que no es”, detalla Leyton.O como dice Rejas, “en Bolivia Internet.org se ha mostrado como un emprendimiento empresarial disfrazado de filantropía”.
Pero “dada la incompatibilidad de la política del Estado boliviano sobre soberanía tecnológica, con las características de Internet.org, se hace muy poco probable que el Gobierno acepte participar y convertirlo en política pública”, indica Rejas.
Leyton, tras conocer algunos puntos del plan estratégico de telecomunicaciones del Gobierno, se muestra más desconfiada.
Hace un par de semanas, el analista de proyectos del Programa Nacional de Telecomunicaciones de Inclusión Social (Prontis) del Viceministerio de Telecomunicaciones, Carlos Mostajo Medrano, destacó cinco factores fundamentales del plan: desarrollo de proyectos priorizando el acceso móvil, despliegue de tecnologías de bajo costo operativo, desplazamiento de redes de banda ancha rural, uso de tecnologías de bajo consumo de energía, desarrollo de contenidos y aplicaciones para uso rural.
Es por ello que Leyton se pregunta “¿qué pasa si después nos salen con que internet.org es una solución para estos temas? Eso no debe pasar”, concluye.
El dilema de la privacidad
Edward Snowden, el exempleado de la CIA que reveló que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos vigilaba las llamadas y actividades privadas de ciudadanos corrientes que no habían hecho nada malo, se manifestó sobre la vulnerabilidad de la privacidad de las personas.
“El derecho a la privacidad sigue estando bajo amenaza por parte de otros programas y autoridades. Algunos de los servicios en línea más populares del mundo han sido reclutados como colaboradores en los programas de vigilancia masiva de la NSA, y las empresas de tecnología reciben presiones de gobiernos de todo el mundo para que trabajen en contra de sus clientes en vez de hacerlo en su favor”, afirmó.
En un artículo de opinión titulado “La sociedad abierta avanza”, Snowden advierte que “se sigue interceptando y vigilando metadatos que revelan las asociaciones personales y los intereses de usuarios corrientes de Internet en una escala sin precedentes en la historia: mientras usted lee estas líneas, el Gobierno de Estados Unidos está tomando nota”, detalla.
Al respecto, la directora del equipo de incidencia de la organización Derechos Digitales, Paz Peña, señala que el modelo de negocios de Facebook se basa esencialmente en la venta de publicidad, por lo que “mientras más sabe Facebook de sus clientes, mejor puede segmentar la publicidad de la plataforma”.
De ahí la preocupación de distintos sectores con respecto al derecho a la privacidad de los usuarios de internet, pero más aún del proyecto internet.org.
Y si bien Facebook ha aclarado que está trabajando en solucionar el problema de la privacidad, la EFF considera que ello es “extremadamente difícil desde una perspectiva técnica”.
“El derecho a la privacidad sigue estando bajo amenaza por parte de otros programas y autoridades. Algunos de los servicios en línea más populares del mundo han sido reclutados como colaboradores en los programas de vigilancia masiva de la NSA, y las empresas de tecnología reciben presiones de gobiernos de todo el mundo para que trabajen en contra de sus clientes en vez de hacerlo en su favor”, afirmó.
En un artículo de opinión titulado “La sociedad abierta avanza”, Snowden advierte que “se sigue interceptando y vigilando metadatos que revelan las asociaciones personales y los intereses de usuarios corrientes de Internet en una escala sin precedentes en la historia: mientras usted lee estas líneas, el Gobierno de Estados Unidos está tomando nota”, detalla.
Al respecto, la directora del equipo de incidencia de la organización Derechos Digitales, Paz Peña, señala que el modelo de negocios de Facebook se basa esencialmente en la venta de publicidad, por lo que “mientras más sabe Facebook de sus clientes, mejor puede segmentar la publicidad de la plataforma”.
De ahí la preocupación de distintos sectores con respecto al derecho a la privacidad de los usuarios de internet, pero más aún del proyecto internet.org.
Y si bien Facebook ha aclarado que está trabajando en solucionar el problema de la privacidad, la EFF considera que ello es “extremadamente difícil desde una perspectiva técnica”.
El colectivo Más y Mejor Internet Para Bolivia, para “salvaguardar los derechos de los usuarios”, plantea los siguientes puntos:
“1. Prohibición del uso de la denominación Internet.org para evitar inducir a engaño debiendo escoger un nombre que no pueda producir confusión, de la misma manera cualquier insinuación a que éste sea un servicio de acceso a Internet. De cara a la imagen exterior del país también ayudaría a dejar claro la no participación de Bolivia en Internet.org.
2. Obligación de los promotores a informar claramente, sin posibilidad de usar la palabra “gratis” o sinónimos, de las condiciones de acceso a este servicio explicando claramente la contrapartida que se obtiene por este servicio en cuanto al tratamiento de sus información: datos que se obtiene, uso que se hace de ellos, si se cruzan con datos de otro origen, etc.
3. Advertencia al operador de que los datos de registro de las líneas y los dispositivos, no pueden ser utilizados para otro propósito y mucho menos compartidos con terceros.”
Fuente: elpaisonline.
“1. Prohibición del uso de la denominación Internet.org para evitar inducir a engaño debiendo escoger un nombre que no pueda producir confusión, de la misma manera cualquier insinuación a que éste sea un servicio de acceso a Internet. De cara a la imagen exterior del país también ayudaría a dejar claro la no participación de Bolivia en Internet.org.
2. Obligación de los promotores a informar claramente, sin posibilidad de usar la palabra “gratis” o sinónimos, de las condiciones de acceso a este servicio explicando claramente la contrapartida que se obtiene por este servicio en cuanto al tratamiento de sus información: datos que se obtiene, uso que se hace de ellos, si se cruzan con datos de otro origen, etc.
3. Advertencia al operador de que los datos de registro de las líneas y los dispositivos, no pueden ser utilizados para otro propósito y mucho menos compartidos con terceros.”
Fuente: elpaisonline.